Todos los días
encontramos varios tipos de personas de las cuales tenemos que convivir,
platicar, trabajar, ayudar, enseñar, aprender de ellos, etc.
Si hay algo que realmente
me deja sorprendido es ver que cada persona creada por Dios tiene una forma de
ser y de reaccionar ante los problemas de la vida. Algunas, tienen una
capacidad intelectual y conocimientos increíbles, pero fallan en la hora de
aplicar conceptos básicos de liderazgo y principios de buen relacionamiento ante
los problemas comunes que surgen día a día, y porque no decir, que hasta nosotros
mismos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido sorprendidos actuando de
una forma equivocada para con las personas, y lo único que heredamos con tales
actitudes son enemistades, rencores y problemas.
Nunca es tarde
para empezar a cambiar nuestras actitudes, recordemos una frase de John C.
Maxwell, “No tengas miedo de avanzar lentamente en su capacidad de liderar, pero
si tengas miedo de no avanzar” (El líder de 360°).
Cuando no
hacemos ningún esfuerzo para mejorar y cambiar nuestras actitudes, estamos demostrando
que poco nos interesa las personas que nos siguen, que dependen de nuestro
liderazgo, pues ellos son los que más sufren cuando no somos buenos lideres, estoy hablando de las personas de nuestra familia, trabajo, iglesia y amistades,
cuando no estamos ejerciendo un liderazgo con las actitudes correctas, acabamos
por crear un ambiente dónde nuestro poder de influencia se vuelve cada vez
menor en las personas, resultando un liderazgo débil y deficiente.
No espere ni un
segundo más, lo que usted e yo sabemos que debemos mejorar, cambiar o aplicar
en nuestras vidas, empecemos ya. Cuando nos escudamos en nuestras debilidades
somos menos eficientes y obtenemos pocos resultados como líderes. Las
personas casi todas las veces conocen las deficiencias de su líder, que no las
diga es otro punto, pero de una cosa estén seguros, conocen donde tenemos que
mejorar, entonces surge la pregunta, ¿por qué no ser un mejor líder?
Muchas veces lo
que nos falta es bien menos de lo que imaginamos, se requiere menos dinero de
lo que pensamos, y es más fácil de ponerlo en práctica de lo que hacemos.
A veces para
poner en marcha los cambios que cambiarán el poder de nuestro liderazgo,
podemos empezar por pequeñas acciones que hasta un niño lo lograría hacer, la
cosa es, que muchas veces es más fácil crear excusas en vez de luchar por ser
una mejor persona. Veamos pequeños gestos y actitudes que pueden hacer que la
convivencia con las demás personas, sean ellas de carácter difícil o no, sin
duda nos ayudarán a ejercer un liderazgo eficaz;
1 – Quizás empezaremos
con la parte que menos nos gusta, pidiendo
perdón a quien hemos ofendido. Casi todos nosotros, y no conozco a un
ser humano que pude vivir sin hacerlo, ofendemos a alguien, de alguna manera sean
con palabras o actitudes acabamos por adoptar una actitud negativa que produce
sentimientos contrarios en las personas que nos siguen o dependen de alguna
forma de nuestro liderazgo. Cuando eso ocurre lo mejor es pedir perdón, ofrecer
disculpas. Aún que no sea fácil, este pequeño paso ayudará a derrumbar muchas
murallas que pueden estorbar su influencia en los demás.
2 – La segunda actitud que un líder debe poner en práctica es perdonar.
Casi todos
nosotros en general sentimos que la ofensa que recibimos es siempre más grave
de las que causamos en los demás, cuando ofendemos queremos ser perdonados fácilmente,
sentimos que ni era tan grave lo que hicimos, lo que decimos, pero la historia
cambia, cuando somos nosotros los que recibimos la ofensa, exageramos en el
tamaño de la ofensa de la otra persona. En un lindo sermón Jesús enseño sus discípulos
el valor del perdón, y el peligro de no perdonar, porque cuando leemos la oración
modelo del Padre Nuestro, le decimos a Dios, Mateo 6:12 Y perdónanos nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a nuestros ofensores.
Estamos pidiendo
a Dios que así como perdonamos seamos perdonados, ahora piense si no perdonamos
¿cómo nos perdonará Dios?
3 - Agradeciendo
a quienes de alguna forma nos ayudan.
La ingratitud
puede ser un obstáculo en la vida de aquellos que se postulan como líderes,
pues no hay nada más terrible que convivir con una persona ingrata, que no sabe
decir gracias, por las cosas que se le ayudan, este pequeño gesto puede servir
de ungüento para los corazones de quienes siguen nuestro liderazgo. Agradezca,
sea grato por todo los favores que las personas hagan por usted, no ahorre
gratitud, cuando posible, recompense, demuestre con acciones que realmente
estima la forma en que ayudan, no quede solo en palabras.
4 - Otra forma
de mejorarnos como líderes, es aprendiendo
con los demás, aceptando sus ideas
cuando sean mejores que las de nosotros, y aceptando
sus críticas constructivas. Ser líder, no significa ser dueño de la
verdad, señor de la perfección ni mucho menos ser capaz de obtener las mejores ideas
siempre, estamos rodeados de personas capaces y tan inteligentes como nos
sentimos, personas que nos pueden ayudar a llegar más lejos en nuestro
liderazgo y hasta mismo enseñarnos cosas que no sepamos. Para eso se requiere tener
humildad, sin ella el líder no
será capaz de aceptar ningún consejo, mucho menos críticas.
5 – Mantener una actitud positiva. Debemos sonreír para algunas situaciones de la
vida, ni siempre se puede hacer uso del liderazgo sin cometer errores, o porque
no decir algunas estupideces, lo que no significa que no podemos evitarlas,
pero la mejor actitud cuando algo sale mal o de otra forma que nos esperábamos,
es aceptar nuestra falla y trabajar de forma continua en el desarrollo de
nuestras habilidades.
Poner la culpa
en los demás, o vivir de forma amargada, solo empeorarán las cosas, las
personas no soportan líderes negativos y arrogantes, peor cuando saben que no
tienen la razón.
Mantenga una
actitud positiva, no confíe en sus sentimientos, abra mano de algunas posturas
que puedan bloquear su desarrollo con las personas que usted lidera. Reciba las
críticas de forma positiva, vea quien es la persona que lanza la crítica, si es
una persona que merece su respeto, trabaje en el área que fue criticada, si la
crítica salió de la boca de una o más personas que usted sabe que no merezca
ser escuchada, ignore y siga en frente.
Hasta la próxima,
Liderazgo
Eficiente.
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