Me llama la atención cuando Jesús llama los discípulos en Mateo
5.13-14 y declara que aquellos hombres, sencillos, algunos de ellos sin estudios,
mal podían expresarse, hombres que traían sobre sus rostros las marcas del sol,
del viento, marcas de días y noches navegando sobre ríos en busca de peses que
eran su principal alimento, ahora ellos habían sido escogidos para ser sal de la tierra y la luz del mundo, (Para leer el texto de Mateo haga click aquí).
Estas dos expresiones
denotaban una responsabilidad tamaña, un liderazgo que no abarcaba solamente un
área cercana a sus casas, a sus ciudades, a sus familiares, ellos tenían delante
de ellos la comisión de Jesús para ir e ser la sal de la tierra y la luz del
mundo, tierra y mundo eran objetivos demasiados difíciles para aquellos
hombres, sin tener conocimientos adquiridos en las universidades de su época, tuvieron
que creer que aquel que les estaba llamando de alguna forma también ayudarían a
lograr sus objetivos.
Lo que Jesús demandaba
de sus discípulos era que fueran Líderes de Influencia.
Influir en los demás
es un don que debemos perfeccionar, Dios nos ha creado con la capacidad de
ejercer influencia sobre las personas que nos rodean, sea para bien o para mal,
en el principio Eva influenció a Adán que acabó cediendo y cometiendo un error
sin precedentes, David fue capaz de influenciar generaciones con sus Salmos, líderes
políticos fueron capaces de incendiar naciones para hacer guerra contra otras naciones debido
a su poder político, líderes religiosos lograron manipular un sistema
corrompido durante años, lamentablemente
muchos de ellos usaron el poder de su influencia para matar, robar, destruir,
influir en la política, cambiar la historia de sus época, mas afortunadamente
la historia tambien está llena de líderes que ejercieron su liderazgo para predicar el
bien, para sanar vidas, para construir algo a favor de la humanidad. El mayor líder
que pudo haber pisado esta tierra fue Jesús de Nazaret, influenció un mundo, la
historia fue dividida en antes y después de Él, a través de 12 hombres en la mayoría simples, logró
propagar sus enseñanzas en todo el mundo
antiguo, y sigue siendo predicado hasta nuestros días.
Todo eso porque el hombre (líder) que aprende
a ejercer influencia es capaz de obtener resultados increíbles.
Para que los discípulos pudieran volverse la sal de la
tierra, deberían causar sed, deberían provocar deseo de agua en las personas, así
debemos ser como líderes, causar un impacto sobre las personas que nos siguen,
que dependen de nuestras direcciones, debemos influir en la vida de las
personas de forma positiva, que ellas puedan acordarse de nosotros de forma
afirmativa, que deseen estar cerca de nosotros, escucharnos, aprender de
nuestras historias, debemos imprimir huellas en las personas, para que cuando
tengamos un mensaje a transmitir todos estén expectativos para oír.
Si tienes duda de sus capacidades de liderar e influir en
las personas que están a su alrededor, basta acordarse de que Dios no elige a
los capacitados, sino que capacita a los que ha elegido.
Hasta la próxima,
Equipo Liderazgo Eficiente
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